Cuando decidí comprar un aspirador para casa leí un montón de artículos en sitos especializados de Internet donde comparaban distintas marcas

Estuve varias semanas informándome, comparando características, prestaciones y precios.

Me decidí por uno, marca bla bla bla... Hablaban fenomenal de él, tenía muchas funciones, inclusa para fregar el suelo, una decena de accesorios.  Y un precio muy tentador.

Cuando conseguí montarlo, porque costó tiempo, no era fácil, el montaje muy complejo, lo probé. Se oía un pitido insoportable.

Llamé por teléfono, varias llamadas sin éxito porque no había una persona humana para atender. Y eso, mucho insistir y esperar… finalmente me dijeron que me lo cambiaban por otro, eso sí, ningún problema para ello.

Recogen este, me envían otro. Mismo proceso, lo pruebo y mismo ruido. Ya me doy cuenta de que el primero no estaba estropeado, sino que el aparato es así. Vuelta a llamar, a esperar…

En el tiempo transcurrido ya vi lo complejo de su funcionamiento. Vamos, que lo que quieres es facilitarte la tarea de limpiar y ahorrar tiempo, algo fácil, ligero, manejable y fiable. Y te encuentras un montón de accesorios, estudia para qué sirven, cómo se montan, cámbialos para usar cada función, limpieza difícil del depósito…

Así que lo devolví.

¿Qué hice después? Comprar un dyson. Esto no es publicidad. Frente a la cantidad de modelos de la otra marca, dyson tenía un par. En comparación a la cantidad de accesorios, dyson dos cepillos distintos. El depósito, clic clac. La batería, lo mismo. Cualquiera puede manejarlo. Frente a la caja brillante y policromada del anterior, un packaging espartano: caja de cartón marrón con letras negras.

¿Y lo que importa, lo de aspirar? Lo más fácil del mundo, sencillo, potente. Vamos, sirve para lo que quieres: limpiar en poco tiempo.

Precio… sí, el doble. Ganas tiempo y comodidad, y según parece, dura para siempre.

Con el asunto de vestirnos, lo mismo, por favor: que sea fácil y sin complicarnos. Que elegir la ropa por la mañana no sea un esfuerzo, que no cueste tiempo ni disgustos, y además te sientas a gusto con lo que lleves. Que ir a comprar ropa no nos robe tiempo para cosas importantes.

Ayudemos a nuestros hijos a relacionarse con la ropa, con la moda, de una manera distinta.

Pocas prendas, bien elegidas, de calidad, atemporales y que combinen entre ellas.

Y el tiempo que no dediquemos a la ropa lo dediquemos a jugar con ellos, leerles y besarles.

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